La Zeta es una laguna pequeña, con playas de arena volcánica, que se encuentra dentro del área urbana de Esquel. Se puede llegar caminando o en bicicleta a través de senderos periurbanos, con una suave pendiente en ascenso. También se accede en vehículo.
La laguna La Zeta es un área natural muy cercana al centro de la ciudad y por eso la preferida por los lugareños para pasar una tarde tranquila en contacto con la naturaleza, disfrutando del entorno. Resulta también una buena opción para los viajeros que quieran descansar y relajarse en medio de otros paseos más largos por la región.
Se puede ir durante todo el año. En verano hay un balneario y servicios de alquiler de kayacs y entretenimientos. También hay sanitarios habilitados en diversos puntos. Durante el invierno no hay servicios pero igualmente se puede llegar y disfrutar del reparo de los bosques circundantes. En raras ocasiones, durante los días más fríos, la superficie se congela y brinda una imagen bella y extraña.
Hay varios senderos para acceder caminando o en bicicleta. Todos tienen señalización y varios puntos con miradores. Uno de estos senderos es el del Cañadón de Bórquez, sólo para caminatas ya que no se admiten bicicletas ni motos. Otro es el sendero del Arenal, accesible no sólo caminado sino también en bicicleta o a caballo. Atraviesa un sector con arena volcánica y también bosques de vegetación nativa.
Si bien estos senderos son de dificultad baja o media todos tienen algo de pendiente y es conveniente consultar el estado en la Secretaría de Turismo antes de emprender el ascenso.
La laguna es además un sitio de avistaje de aves. Hay un observatorio en el sector llamado “Rincón de las aves” desde el cual se puede hacer las observaciones sin molestar a los animales. Se pueden ver pájaros carpinteros, zorzales, rayaditos, aves rapaces, entre otras.