Dirección: Posadas 1725 – Recoleta
Las líneas de su arquitectura responden al estilo francés imperante hacia fines del siglo XIX. Fue en su origen un edificio destinado a una pista de patinaje sobre hielo, y a esta historia debe su nombre. Funcionó como tan entre 1911 y 1921, pero a partir de allí la pista se cubrió con piso de madera y se trasformó en una salón de baile muy famoso que tuvo gran protagonismo en la vida del porteño. Competía con otros famosos cabarets de tango del momento el Armenoville, lo de Hansen, y el Pabellón de Rosas. Pero aquí la clase alta ofrecía resistencia a “esta música de mala fama y baja estirpe”, tan lejana al espíritu de la elite que lo frecuentaba Sin embargo, de a poco, y especialmente después del furor que provocó en París, cambió la mirada de la clase alta por el tango fue este lugar, donde la alta burguesía aceptó finalmente a la música de Buenos Aires por excelencia. Se transformó en “el lugar distinguido del tango”. Allí actuaron las orquestas de Francisco Canaro, Roberto Firpo y Julio De Caro, entre tantos otros. El lugar guarda gran parte de la historia de la ciudad y una cantidad de anécdotas leyendas que incluyen entre otros, a Carlos Gardel. Luego, debido a un plan de remodelación de importantes edificios de la ciudad, el Palais de Glace cayó en manos del Comisión Nacional de Bellas Artes. En 1931 el arquitecto Alejandro Bustillo se hizo cargo de su restauración, respetando su estructura original exterior, transformó su interior en salas de exposición. A partir de ese momento, comenzó a realizarse anualmente el Salón Nacional de Bellas Artes, que actualmente sigue convocando a nuestros artistas en muestras que convocan a una gran cantidad de público. A partir de allí se llamó Salas Nacionales de Exposición, aunque popularmente sigue siendo para el porteño “el Palais de Glace”.
