La pequeña localidad de Gaiman, en el Valle Inferior del Río Chubut, es el símbolo mayor de la colonización galesa en la Patagonia.
Los primeros colonos llegaron en el año 1865, a bordo del velero Mimosa. Buscaban un territorio deshabitado donde poder fundar la «Nueva Gales» y seguir sus propias leyes y costumbres sin ser molestados.
Así nació Gaiman, el primer municipio del antiguo Territorio del Chubut. Un lugar lleno de historia.
En la actualidad, Ud. puede descubrir ese espíritu de los colonos recorriendo las calles de esta ciudad, rodeada de chacras, salpicada de típicas capillas y casas de estilo galés.
Algo que no puede dejar pasar es la degustación del típico té galés, preparado de acuerdo con las antiguas costumbres de los colonos y servido por sus descendientes.
Visitas y Paseos
Se puede visitar:
– El Museo Histórico Regional, instalado en la ex estación del Ferrocarril Central del Chubut, un edificio de 1909, con ladrillo a la vista y techo a dos aguas. Aquí se guarda la documentación original, escrita en galés y en castellano, de la instalación de la colonia. Hay fotografías, herramientas y objetos personales de los fundadores y primeros vecinos y también objetos del culto religioso. Se pueden adquirir libros, dulces y cubreteteras tejidas a mano.
– La Capilla Bethel (en hebreo «casa de Dios»), la más grande y mejor cuidada de las 15 que se encuentran desperdigadas en este valle. Está construida en ladrillo y su interior revestido en madera. Al lado está la capilla vieja, construida en 1880 al derrumbarse la primitiva «Capilla de Piedra».
Además de estos lugares, el encanto de Gaiman está en pasear por sus calles, observar sus casas típicas, sentarse a tomar el famoso servicio de Té Galés preparado de acuerdo con las antiguas costumbres de los colonos y servido por sus descendientes en una de las tantas casas especializadas.
Y dejarse invadir por ese sentimiento de extrañeza que produce la unión de dos extremos: un pueblo con tradiciones galesas en estas tierras del lejano sur.