La cuenca del Golfo San Jorge surgió como un manantial de oportunidades económicas. El petróleo se convirtió en el Santo Grial de las compañías operadoras y de las manadas de contratistas dispuestos a sacar fortunas de los pozos. Asimismo, todo una gama de servicios recibió el impulso gigante de la explotación de hidrocarburos en Comodoro Rivadavia.
Como efecto colateral de esta prosperidad que derramó a todas las capas de la sociedad de Comodoro, se advierte una marcada diferencia del mercado de precios y salarios en relación al contexto nacional. Por tomar un caso, un obrero de fábrica llega a ganar lo que un gerente de banco en Córdoba o en Rosario.
Si bien parte de esos ingresos diferenciales se diluye en los precios superiores, la calidad de vida es patentemente más alta que en otros centros urbanos del país. Este dato se advierte no sólo en el consumo, sino además en la evolución de la morfología urbana. La expansión de la ciudad no dio 
como resultado la formación de cordones de villas de emergencia en las zonas periféricas, como normalmente acompañó el crecimiento de otras urbes.
Pese a la bonanza económica, cabe aclarar que Comodoro Rivadavia no se constituyó como una ciudad glamorosa. Cuenta con todo lo necesario en términos de servicios e infraestructura para la gente local, pero no presenta una arquitectura ambiciosa ni una propuesta turística de gran factura. Si bien está ubicada frente al Océano Atlántico, las condiciones climáticas, con fuertes vientos y frecuentes lluvias, tampoco ayudan a la hora de atraer turistas. El fuerte de Comodoro, evidentemente, reside en la actividad petrolera y sus industrias derivadas, como la metalúrgica.
En 1907, seis años después del nacimiento oficial de la ciudad, un equipo de perforación 
enviado por la Dirección de Minas, Geología e Hidrología de la Nación, cuyo propósito era hallar manantiales naturales de agua para abastecer a la población, encontró reservas de petróleo a 540 metros debajo del suelo. Así despuntaba, fortuitamente, la próspera explotación de yacimientos de hidrocarburos que le daría a esta ciudad el título de “Capital Nacional del Petróleo”.