Dirección: Defensa 201 – Monserrat
La Farmacia La Estrella forma parte de la historia nacional. Fue el Dr. Bernardino Rivadavia el creador de esta primera botica de la ciudad de Buenos Aires, cuando en 1834 encargó a un importante bioquímico y botánico la dirección de la misma. Con el tiempo, y ya bajo otro dominio, se sumó la droguería a la farmacia, llegando a convertirse en la más importante de Sudamérica. Fue en 1885 cuando la farmacia La Estrella inauguró este edificio con una decoración que impactaba por su valor artístico y detalles de gran nivel: cristales de murano, estanterías de nogal, mármol de carrara, y los frescos en los cielorrasos del artesano Barberis que se destacan por los simbolismos que aluden a “la salud”, “la enfermedad” y “la farmacopea”. Su fachada ostentan una herrería original en sus puertas y una cargada ornamentación, en la que tres angelitos parecen dejarse caer hacia la nada.
La Estrella tuvo su fama bien ganada gracias a la oferta de prestigiosos productos originales, que aún son recordados con nostalgia: la limonada Roge, el tónico esperidina, y las píldoras para la tos Parodi, entre tantos otros.
Además de su actividad comercial, en sus salones se realizaron importantes tertulias por donde pasaron las figuras más destacadas del ámbito político como Carlos Pelligrini, Julio A. Roca, y Bartolomé Mitre, entre otros.
Es el comercio más antiguo de la Ciudad de Buenos Aires, que aún conserva su estilo y sus detalles originales de gran valor estético, gracias a lo cual ha merecido numerosos premios y reconocimientos. Hoy sigue prestando servicios de laboratorio Homeopático y Alopático de recetas magistrales, y ofrece importantes productos de herbonistería y perfumería.