Ubicada en cercanías de la confluencia de los ríos Neuquén y Negro, a sólo 5 km. de la ciudad de Neuquén, esta localidad cuenta con 70.000 habitantes.
Es fundada por el General Lorenzo Vintter en 1881, quién ordenó establecer un fortín llamado Confluencia. Más adelante se le impuso el nombre actual en homenaje a César Cipolletti, uno de los precursores del estudio del sistema de riegos del río Negro.
La ciudad creció gracias a su ubicación estratégica y la riqueza de sus tierras, como en toda la región, para el cultivo de frutas, en especial manzanas y peras.
Junto con General Roca son las ciudades más grandes del Alto Valle del río Negro.
Hoy es un pujante centro urbano que nos ofrece sitios de gran interés.
No deberá dejar pasar el Museo Carlos Ameghino dedicado a la historia regional y paleontología. Se asombrará con la cabeza de un Avelisaurio, huevos de Titanosaurio y hasta un caparazón de Gliptodonte, todos hallados en la zona.
Existe otro sitio histórico con referencia a la Campaña del Desierto y el Fortín Primera División.
Y si quiere ver lo que fue esta ciudad a comienzos de siglo, no deje de visitar la Mansión Peuser, una bellísima casa enfrente de la estación de trenes.
Debido a la importancia de la fruticultura en esta área patagónica, es imprescindible visitar Tres Ases, empacadora y exportadora de frutas. Aquí son lavadas y clasificadas para el mercado interno y para su exportación.
A muy pocos kilómetros del centro disfrutará de la naturaleza que le ofrece la Isla Jordán en el río Negro. Existe allí un camping y la posibilidad de pescar, realizar deportes náuticos y bañarse en las limpias aguas del río.