Uno de los atractivos agregados que tiene esta región es la posibilidad de entrar en contacto con tradiciones y costumbres milenarias, muchas de ellas fruto de la fusión de la cultura indígena con la española. Así, todas las festividades, católicas o paganas, se transforman en un estallido de música y colores.
Algunas de las costumbres típicas son las siguientes:
El festejo del Día de las almas:
El 2 de noviembre, tradicionalmente “día de los muertos”, se conmemora en Salta y Jujuy el Día de las Almas. Para agasajar a las almas de los seres queridos que han muerto, en casi todas las casas se preparan figuras con masa de pan que representan objetos queridos por el difunto. También se deja comida, bebida, como alimento para el alma nueva y una escalerita para que pueda regresar al cielo.
Adornos en los cementerios:
Es común adornar las tumbas con flores de papel de todos colores, eso les da a los cementerios un aire alegre, como de fiesta. Un ejemplo claro es el de Maimará.
Las ermitas:
A los lados de los caminos es común ver montones de piedras, que se levantan como una especie de altar. Se llaman apachetas y son ofrendas para la Pachamama.
La música:
La música del noroeste tiene varios ritmos característicos, que la diferencian del resto del país: el carnavalito, el bailecito y el takirari son los más típicos. Además, también son característicos la zamba, la vidala, la baguala y la cueca.
El mascar coca:
Se trata de una costumbre ancestral para evitar el apunamiento, nombre que se le da en la zona al mal de altura.
Religiosidad popular:
Los pobladores de la región expresan su religiosidad con gran fervor. Las tradiciones católicas, en las que se destacan las procesiones, la devoción a distintas advocaciones de la Virgen, los misachicos y los pesebres, conviven con antiguos cultos populares heredados de los indígenas.
Fiestas:
Todos los festejos, incluso los católicos, implican un gran despliegue de color y música. Los carnavales de Humahuaca son famosos. Esta fiesta aúna tradiciones con reminiscencias indígenas, españolas y criollas. Además de comparsas, hay disfraces, muñecos, juegos, música y coplas.
Comidas:
Hay numerosos alimentos de origen vegetal que provienen de la región andina, con variedades que fueron desarrolladas por los indígenas hace miles de años: ejemplos, la papa, el maíz, el zapallo, la quinoa y los porotos. Para poder decir que uno realmente ha estado en Salta es necesario visitar al menos una peña gaucha y probar las exquisiteces de la comida local.
Tejidos:
Los telares indígenas e hispánicos conviven en el noroeste, donde la confección de los tradicionales ponchos, barracanes, mantas o puyos forma parte de la economía.