Cachi es uno de los pueblos más bonitos de los Valles Calchaquíes. Estos valles conforman un conglomerado de paisaje, cultura y producción que lo hacen un lugar único en el mundo.
Uno de los mejores recorridos consiste en ingresar a ellos por la Quebrada del Escoipe, un lugar dominado por los cultivos agrícolas y enmarcado por cerros multicolores.
Luego, la imponente Cuesta del Obispo, lo llevará hasta los 3350 metros de altura sobre el nivel del mar para bajar después hasta el Valle Encantado (donde está el Parque Nacional Los Cardones). Allí lo espera una laguna entre prados de altura, cóndores volando en lo alto y el aire diáfano de los Andes. Este marco de paisaje increíble es ideal para tomarse un tiempo y disfrutar de una caminata.
Desde allí se puede continuar para visitar el pueblo de Cachi, un centro prehispánico donde habitaban los indios chicoanos. La arquitectura de este pequeño y encantador pueblito tiene una notable raigambre indígena e hispánica, con edificaciones alineadas en calles muy estrechas, todo en un excelente estado de conservación.
El Museo Arqueológico es digno de una visita.