Dirección: Belgrano y Defensa s/n – Monserrat
Se trata de una de las basílicas porteñas que mejor conserva su estructura original con sus planta jesuítica de tres naves, sus dos torres, y las capillas laterales en las que se destacan sus retablos labrados en madera. Inaugurada en el año 1755, con una sola torre, la segunda fue erigida en el año 1856.
Lleva las huellas de un pasado de importante protagonismo en la historia argentina entre los relatos auténticos y la leyenda. Lo cierto es que en el año 1807 esta basílica de la orden dominicana sufrió el impacto de las balas en su torre durante el transcurso de las Segundas Invasiones Inglesas. Fue atacada por los criollos que intentaban amedrentar a los ingleses que habían tomado su interior. Como símbolo de aquellos hechos, aún se atesoran las banderas que Liniers arrebató a los vencidos.
Tiempo después, los dominicos debieron abandonar el país durante el gobierno de Rivadavia, y la iglesia fue utilizada como Museo de Historia Natural, que contó con un observatorio astronómico instalado en una de sus torres.
En el atrio se encuentra el Mausoleo del General Manuel Belgrano, hombre fundamental de la historia argentina y creador de la bandera nacional.