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Patagonia hoy

¿Qué es la Patagonia?

Jorge Castañeda, del Servicio de Prensa PERFILES PATAGÓNICOS,
escribió esta nota(*) que hoy queremos compartir con nuestros suscriptores. Diversos interrogantes se abren ante una misma pregunta. Aquí el periodista de Valcheta, en la Provincia de Río Negro, los explora a conciencia y nos muestra que en los mismos interrogantes está la respuesta que tanto buscamos, y algo más: una propuesta para el futuro.

El autor, Jorge Castañeda.

 

A la luz de tantos desencuentros y de reiteradas postergaciones, de proyectos recurrentes de regionalización cuando no de secesión y de beneficios para zonas desfavorables, de hechos legendarios y de tanto olvido y desidia, una pregunta sobrevuela sobre el extenso territorio austral de la República Argentina.

¿Qué es la Patagonia?
Cartel en El Chocón, Río Negro.¿Acaso la tierra fantástica poblada de extraños animales y plantas; de gigantes vestidos con mantos hechos de pieles cosidas; la latitud misteriosa que recorrieran los ojos de Antonio Pigafetta, cronista de la expedición de Hernando de Magallanes?
¿O tal vez la enorme extensión en apariencia estéril sobre la cual Charles Darwin colocó para siempre la nefasta impronta que sobre ella pesa, la maldición de la esterilidad?

¿Qué es la Patagonia?
¿El épico escenario surcado de rastrilladas y furias cuya marca indeleble dejó para siempre el poderío indomable de la dinastía de los Piedra?
¿Quizá el reino que soñó un oscuro procurador francés –Oréllie Antoine de Tounens- ‘primer rey’ de la Patagonia y Araucanía?
¿O bien pudiera ser la ‘Proa del Mundo’ como magistralmente la denominó el ingeniero Domingo Pronsato, hijo ilustre de Bahía Blanca?

¿Qué es la Patagonia?
Butch Cassidy y sus compañeros.¿El último reducto de pintorescos ‘cow-boys’ americanos realizando sus correrías a punta de revólver mata tras mata como Martín Sheffield o Butch Cassidy…? En otras palabras ¿son estas tierras del sur un ‘far-west’ argentino?
¿La trágica o rebelde como denunció valientemente José María Borrero primero y que retrató Osvaldo Bayer después, o mejor expresado todavía el ‘espacio insumiso’ como la definió Horacio Guglielmini?
¿Acaso es la Patagonia la ‘región de la aurora’ que soñó San Juan Bosco y definió la delicada pluma del padre Raúl Entraigas?
¿O la inmensa extensión de tierras en amenaza permanente de ser anexadas a una potencia extranjera, como lo comprendió cabalmente el comandante Luis Piedra Buena, ilustre patriota nacido en Carmen de Patagones?

¿Qué es la Patagonia?
¿La tierra de promisión para un puñado de esforzados colonos que emulando la gesta valenciana de Vicente Blasco Ibáñez, al fundar la colonia Cervantes en Río Negro, hicieron florecer el desierto con el sudor de sus frentes?El Alto Valle del Río Negro y sus cultivos.
¿La arcadia prometida donde fluye leche y miel que buscaron aquellos valerosos galeses luego de su viaje en el Mimosa? ¿La epopeya del coronel Fontana y sus rifleros?
¿Una tierra de sucesivas claudicaciones? ¿Un bien mostrenco sometido a frustrantes arbitrajes? ¿Una madre con hijos irredentos allende el mar?
¿O tal vez la hechura malograda de pioneros y visionarios de la talla de Ezequiel Ramos Mexía, Bailley Willis, Juan Benigar, el perito Francisco Pascasio Moreno, luchando impotentes contra la burocracia centralista que mucho supo hasta de incendiar planos y deponer proyectos?
¿O la región en desarrollo que buscó incesantemente con el tesón de los iluminados Manuel Reynero Novillo, descubridor de los yacimientos de hierro de Sierra Grande, hoy monumento a la vergüenza de los argentinos?

¿Qué es la Patagonia?
¿Una tentativa para formar los futuros estados independientes, como lo profetizó la prosa del ingeniero Salvador San Martín, en su famoso cuento?
¿Una geografía barrida por los vientos inclementes y las heladas Bosque de arrayanes en Bariloche.implacables sobre la estepa y los escoriales, o las postales turísticas de San Carlos de Bariloche y de otras comarcas de sugerente belleza?
¿Acaso la amada geografía cantada por los poetas? ¿Es la Patagonia de los versos de Marcelo Berbel, de Gregorio Alvarez, de Milton Aguilar, del padre Entraigas, de Elías Chucair? ¿O la tierra donde “se prepara toda fuente” a la que se refería Eduardo Mallea?
¿Son sus mares el paraíso de la pesca indiscriminada y la depredación permanente, recibiendo a cambio los espejitos de colores como antaño?
¿La región ideal para unificarla como comarca como lo propone el gobernador del Neuquén Jorge Sobisch?

¿Qué es la Patagonia?
¿Un conjunto de imágenes de pingüinos empetrolados o de campos asolados por las cenizas del Hudson y otros volcanes?
Una ¿Un surtidor inagotable de energía e hidrocarburos, donde el gas se ventea graciosamente y las represas se fisuran?
¿Un lugar de solaz y de trabajo, o de destierro y castigo? ¿La odisea de un comerciante que debe recorrer cien kilómetros para pagar sus impuestos al banco más cercano?
¿El lugar ideal para depositar los residuos nucleares que en otro lado serían peligrosos por su radiación contaminante? ¿La zona estratégica mundial para colocar un escudo misilístico?
¿El estrecho por donde pasa la mayor cantidad de energía y alimentos de todo el mundo? ¿Una plataforma submarina donde subyacen enormes reservas de hidrocarburos? ¿De mesetas donde se almacena el agua para abrevar la sed futura de la humanidad?

¿Qué es la Patagonia?
¿Qué idea tienen de ella los que viven en las grandes concentraciones urbanas recibiendo los beneficios que se generan en su territorio?
A lo mejor la Patagonia sea todo eso y mucho, pero mucho más. Porque se trata de una región que no permite debilidades, cuyos habitantes cada día superan los obstáculos que la naturaleza les presenta, una región que moldea personalidades con un fuerte carácter y una geografía que imprime su propia austeridad y sencillez.
Una comarca continente que está esperando ser descubierta por el mundo con un nombre que pausadamente se va convirtiendo en una marca por La nao Victoria, en Puerto San Julián, Santa Cruz.excelencia y aventura.
Una tarea de promoción que requiere de capacidad en los gobernantes para imprimirle proyectos a largo plazo.
Y sobre todas las cosas bregar por su verdadera integración al resto de la República en igualdad de condiciones y no como una dádiva ni un beneficio caritativo.
Porque la Patagonia es parte de esa Argentina invisible que señalaba Eduardo Mallea, poblada de hombres y mujeres que llevan de ella una idea de limpia grandeza y que saben amarla más allá de las duras circunstancias que l
a misma impone a sus habitantes. Ese lugar donde al decir del poeta Roberto Viñuela “venimos a morir/ los olvidados/ protagonistas del exilio interior/ los desahuciados/ los miserables del siglo XX/ que no nos hemos dado por vencidos”.

Jorge CASTAÑEDA
Valcheta, Río Negro, 2002

(*) Publicado en el diario “Río Negro”, de General Roca, el 29 de junio de 2002.